miércoles, 28 de enero de 2015

LA ORACION Y SUS DIMENSIONES

Por: Pastor Francisco Arias

"Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza. 
Y oré a Jehová mi Dios e hice confesión diciendo: Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos; hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas" Daniel 9:3-5


 Algunas veces las personas se acercan a mí pidiendo oración porque como ellos, dicen:

-"Tengo una grande necesidad"

Y es que la oración en nuestros días se ha convertido como en el recurso para las "grandes necesidades", para las grandes crisis de nuestras vidas, hoy casi nadie usa la oración como una de sus prácticas diarias.
La Biblia dice que el profeta Daniel era un hombre de oración. Qué mejor ejemplo podemos tomar para analizar este tema que el profeta Daniel; un hombre íntegro y humilde. Sin duda alguna que él era un santo hombre de Dios, quien habiendo formado parte de los cautivos hebreos durante la cautividad babilónica, decidió permanecer fiel a su Dios pese a todo lo que tuvo que enfrentar en una nación pagana, ajena a Dios.

El acostumbraba orar tres veces al día, como algo común en su vida diaria. El no oraba por crisis momentáneas, o sucesos inesperados; como muchos de nosotros hoy, sino que la oración en la vida de Daniel era como un alimento diario para su alma.

Hoy veremos como la oración produce fruto en la vida del cristiano, usando la experiencia de este hombre de Dios. Primero veremos que la oración puede traer como consecuencia:



1. SUPERACION PERSONAL

Daniel llegó a ser un hombre notable en sus tiempos, porque Dios honra a quienes le honran. El llegó a ser el máximo gobernador, después del Rey. Habían otros gobernantes en los reinados babilonicos y persas, en los cuales sirvió Daniel, pero la Biblia que nadie era como Daniel, porque había en el un espíritu superior.

"Entonces el rey engrandeció a Daniel, y le dio muchos honores y grandes dones, y le hizo gobernador de toda la provincia de Babilonia, y jefe supremo de todos los sabios de Babilonia" Dan.2:48

"Pero Daniel mismo era superior a estos sátrapas y gobernadores, porque había en él un espíritu superior; y el rey pensó en ponerlo sobre todo el reino" Dan.6:3

Lo primero que vemos, es que Daniel leia las Escrituras. El escudriñaba las profecías para conocer los tiempos designados para que terminara la cautividad de su pueblo. Sin duda que Daniel era un hombre ocupado en el reino. Como gobernador, él tenía múltiples ocupaciones y compromisos con el reino, pero eso no le impidió que se tomara el tiempo para estudiar las Escrituras.

 "En el año primero de Darío hijo de Asuero, de la nación de los medos, que vino a ser rey sobre el reino de los caldeos, en el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años" Daniel 9:1-2

...Cuántos de nosotros pretextamos no tener tiempo para leer la Biblia, porque estamos "muy ocupados"?
Si Daniel, con todas sus ocupaciones, pudo apartar tiempo para escudriñar las Escrituras, nosotros también podemos. No hay pretexto que valga. Necesitamos volvernos a las Escrituras. Al igual que el profeta Daniel, mirar la necesidad de nuestros tiempos, y escudriñar las Escrituras. Ellas tienen mucho que decirnos y enseñarnos.

...Qué acaso leer la Biblia no es una "gran necesidad"?

Lo segundo que vemos en Daniel es que él era un hombre humilde. No cabe duda que como gobernador él tenía vestidos magníficos, porque la naturaleza de su trabajo lo ameritaba, sin embargo, la Biblia dice que él se despojó de ellos, y se vistió de cilicio. El cilicio era un vestido rústico, una especie de tela obscura y áspera tejida generalmente con pelo de cabra o de camello, era un simbolo de tristeza y profunda lamentación, los que vestian de él, con frecuencia se ponian cenizas sobre sí mismos o se acostaban sobre elllas, otras veces se hechaban tierra encima; como podemos ver en Nehemias 9:1

"El día veinticuatro del mismo mes se reunieron los hijos de Israel en ayuno, y con cilicio y tierra sobre sí"

"Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza" Daniel 9:3


Daniel se humilló. Se despojó de su grandeza humana. El clamó en oración intercesora por su pueblo. Y a pesar de que él era un hombre santo, consagrado a Dios, actuó con gran humildad cuando se incluyó a sí mismo en su oración penitente. El se identificó con las necesidades de su pueblo; y elevó una oración muy diferente a la del fariseo en los tiempos de Jesús:

"Y oré a Jehová mi Dios e hice confesión diciendo: Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos; hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas. No hemos obedecido a tus siervos los profetas, que en tu nombre hablaron a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra. Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la confusión de rostro, como en el día de hoy lleva todo hombre de Judá, los moradores de Jerusalén, y todo Israel, los de cerca y los de lejos, en todas las tierras adonde los has echado a causa de su rebelión con que se rebelaron contra ti. Oh Jehová, nuestra es la confusión de rostro, de nuestros reyes, de nuestros príncipes y de nuestros padres; porque contra ti pecamos. De Jehová nuestro Dios es el tener misericordia y el perdonar, aunque contra él nos hemos rebelado, y no obedecimos a la voz de Jehová nuestro Dios, para andar en sus leyes que él puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas. Todo Israel traspasó tu ley apartándose para no obedecer tu voz; por lo cual ha caído sobre nosotros la maldición y el juramento que está escrito en la ley de Moisés, siervo de Dios; porque contra él pecamos" Dn.9:4-11

"El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano" Lc.18:11-12

No es de extrañar que ambas oraciones tuvieron resultados muy diferentes. Porque Dios jamás desprecia un corazón contrito y humillado.

"Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios" Sal.51:17

Daniel no apeló a su propia justicia. Aunque él era un hombre justo; se humilló delante de su Dios:

"De Jehová nuestro Dios es el tener misericordia y el perdonar, aunque contra él nos hemos rebelado" Dn.9:9

El sabía pedir. No ordenó, no declaró, no decretó; como suelen hacerlo algunos "ministros" extraviados en nuestros días:

"Ahora pues, Dios nuestro, oye la oración de tu siervo, y sus ruegos; y haz que tu rostro resplandezca sobre tu santuario asolado, por amor del Señor" Dn.9:17


Se sometió a las Escrituras. Como siervo de Dios se sometió a lo que Dios había dicho en su Palabra. Es lamentable ver cómo muchos llamados ministros hoy en día no solamente no se someten a lo que Dios dijo en su Palabra, sino que van directamente en contra de ella.

Miré recientemente un video donde un conocido supuesto "apóstol" de Miami apareció decretando juicio o maldición sobre sus enemigos de una manera grosera, con palabras y expresiones que no corresponden a gente de Dios. Amenazó a aquellos que no van de acuerdo con sus falsas doctrinas usando un lenguaje propio de impíos; cuando Jesucristo nos enseñó a perdonar y orar por nuestros enemigos.
El no se sometió a las Escrituras, sino que trajo su propia "revelación": Desatar juicio en contra de sus enemigos. El sometimiento a las Escrituras, tal como lo hizo Daniel es una característica de los verdaderos siervos de Dios.



"Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos" Mt.5:44-45

2. LOGROS ESPIRITUALES

Daniel aconsejó reyes. El tenía el don de Dios para saber aconsejar. Hoy muchos pretendemos dar consejos, o andamos en busca de quien sepa aconsejar, y que además sea confidente. A veces pasa que pones tu confianza en alguien y al día siguiente todo el pueblo está enterado de tu situación. Necesitamos la iluminación de Dios para brindar un consejo que sea sabio, prudente.

Hace poco estuve en la ciudad de Monterrey, y como no conozco mucho la ciudad, me perdí. Anduve dando vueltas hasta que me paré a pedir ayuda a alguien por allí. Me dio instrucciones tan erradas que terminé peor de extraviado que al principio. Que al pretender ayudar a otros, su consejo no sea como el que me dio este hombre, porque en ese caso sería mejor callar.

Daniel, además recibió visitas angelicales. El tenía experiencias espirituales. Sin embargo esto no lo volvió un místico soberbio, como algunos hoy en día, quienes, contrario a Daniel, sus experiencias ni siquiera son legítimas.

"Pero he aquí, uno con semejanza de hijo de hombre tocó mis labios. Entonces abrí mi boca y hablé, y dije al que estaba delante de mí: Señor mío, con la visión me han sobrevenido dolores, y no me queda fuerza" Dn.10:16

Daniel conoció los misterios de Dios. Además la Biblia nos dice que él escudriñaba las Escrituras.

"Pero yo te declararé lo que está escrito en el libro de la verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro príncipe" Dn.10:21

Hoy existe una gran necesidad en la iglesia de entender la Biblia. No discernimos porque muchas veces ni la Biblia leemos.

...Qué acaso el discernimiento no es una "gran necesidad"?

Mi padre es un hombre sencillo, sin letras, pero Dios le dio discernimiento en el caso de un falso profeta. Recuerdo que un día me dijo:

-Hijo, quiero que oigas a este predicador. Habla muy bonito, pero siento algo cuando lo oigo que no me inspira confianza.

Recuerdo una vez cuando estabamos construyendo el santuario donde nos congregamos, que había yo recibido un presupuesto de edificación de $350.000, lo que me pareció bastante y decidí orar al respecto.
Luego, días mas tarde recibí una llamada donde el hombre encargado me ofreció una reducción del presupuesto. Ofreció realizar el trabajo por $170.000; La diferencia era enorme y lejos de entusiasmarme, le pedí discernimiento a Dios en oración. Pregunté a Dios: "Es verdad o quieren cometer un fraude? ...Le voy a pagar y luego va a correr, Señor?" Dios me iluminó y gracias a El pude hacer una buena decisión; pero ...Cuántas veces salimos engañados porque no discernimos?


Cuando un cristiano ora, busca a Dios, nunca será un creyente ordinario, al igual que Daniel. Dios le bendecirá y usará para su gloria. Le dará de su gracia y será de bendición para su generación, como lo fue el profeta Daniel.

 Dios les bendiga.